PART 23

 

[36.28] Después de él, no hicimos bajar del cielo ninguna legión contra su pueblo. No hicimos bajar.

[36.29] No hubo más que un solo Grito y ¡helos sin vida!

[36.30] ¡Pobres siervos! No vino a ellos enviado que no se burlaran de él.

[36.31] ¿No ven cuántas generaciones antes de ellos hemos hecho perecer, que ya no volverán a ellos...?

[36.32] ¡Y a todos, sin falta, se les hará comparecer ante Nosotros!

[36.33] Tienen un signo en la tierra muerta, que hemos hecho revivir y de la que hemos sacado el grano que les alimenta.

[36.34] Hemos plantado en ella palmerales y viñedos, hemos hecho brotar de ella manantiales,

[36.35] para que coman de sus frutos. No son obra de sus manos. ¿No darán, pues, gracias?

[36.36] ¡Gloria al Creador de todas las parejas: las que produce la tierra, las de los mismos hombres y otras que ellos no conocen!

[36.37] Y tienen un signo en la noche, de la que quitamos el día, quedando los hombres a oscuras.

[36.38] Y el sol. Corre a una parada suya por decreto del Poderoso, del Omnisciente.

[36.39] Hemos determinado para la luna fases, hasta que se pone como la palma seca.

[36.40] No le está bien al sol alcanzar a la luna, ni la noche adelanta al día. Cada uno navega en una órbita.

[36.41] Tienen un signo en el hecho de que hayamos llevado a sus descendientes en la nave abarrotada.

[36.42] Y creamos para ellos otras naves semejantes en las que se embarcan.

[36.43] Si quisiéramos, los anegaríamos. Nadie podría ayudarles y no se salvarían,

[36.44] a menos que mediara una misericordia venida de Nosotros y para disfrute por algún tiempo.

[36.45] Y cuando se les dice: «¡Temed el castigo en esta vida y en la otra! Quizás, así, se os tenga piedad»...

[36.46] No viene a ellos ninguno de los signos de su Señor que no se aparten de él.

[36.47] Y cuando se les dice: «¡Dad limosna de lo que Alá os ha proveído!» dicen los infieles a los creyentes: «¿Vamos a dar de comer a quien Alá, si Él quisiera, podría dar de comer? Estáis evidentemente extraviados».

[36.48] Dicen: «¿Cuándo se cumplirá esta amenaza, si es verdad lo que decís?»

[36.49] No esperarán más que un solo Grito, que les sorprenderá en plena disputa,

[36.50] y no podrán hacer testamento, ni volver a los suyos.

[36.51] Se tocará la trompeta y se precipitarán de las sepulturas a su Señor.

[36.52] Dirán: «¡Ay de nosotros! ¿Quién nos ; ha despertado de nuestro lecho? Esto es aquello con que el Compasivo nos había amenazado. Los enviados decían la verdad».

[36.53] No habrá más que un solo Grito y a todos se les hará comparecer ante Nosotros.

[36.54] Ese día, nadie será tratado injustamente en nada y no se os retribuirá sino conforme a vuestras obras.

[36.55] Ese día, los moradores del Jardín tendrán una ocupación feliz.

[36.56] Ellos y sus esposas estarán a la sombra, reclinados en sofás.

[36.57] Tendrán allí fruta y lo que deseen.

[36.58] Les dirán de parte de un Señor misericordioso: «¡Paz!»

[36.59] En cambio: «¡Pecadores! ¡Apartaos hoy!

[36.60] ¿No he concertado una alianza con vosotros, hijos de Adán: que no ibais a servir al Demonio, que es para vosotros un enemigo declarado,

[36.61] sino que ibais a servirme a Mí? Esto es una vía recta.

[36.62] Ha extraviado a muchísimos de vosotros. ¿Es que no comprendíais?

[36.63] ésta es la gehena con que se os había amenazado.

[36.64] ¡Arded hoy en ella por no haber creído!»

[36.65] Ese día sellaremos sus bocas, pero sus manos Nos hablarán y sus pies atestiguarán lo que han cometido».

[36.66] Si quisiéramos, les apagaríamos los ojos. Entonces se abalanzarían a la Vía, pero ¿cómo iban a ver?

[36.67] Si quisiéramos, les clavaríamos en su sitio de modo que no pudieran avanzar ni retroceder.

[36.68] A quien prolongamos la vida, le hacemos encorvarse. ¿Es que no comprenden?

[36.69] No le hemos enseñado la poesía, que no le está bien. Esto no es más que una amonestación y un Corán claro,

[36.70] para que advierta a todo vivo y se cumpla la sentencia contra los infieles.

[36.71] ¿Es que no ven que, entre las obras de Nuestras manos, hemos creado a su intención rebaños que les pertenecen?

[36.72] Los hemos hecho dóciles a ellos: unos les sirven de montura, otros de alimento.

[36.73] Obtienen provecho de ellos y bebidas. ¿No darán, pues, las gracias?

[36.74] Pero han tomado dioses en lugar de tomar a Alá. Quizás, así, sean auxiliados...

[36.75] No podrán auxiliarles. Al contrario, formarán un ejército al que se hará comparecer contra ellos.

[36.76] ¡Que no te entristezca lo que digan! Nosotros sabemos tanto lo que ocultan como lo que manifiestan.

[36.77] ¿No ve el hombre que le hemos creado de una gota? Pues ¡ahí le tienes, porfiador declarado!

[36.78] Nos propone una parábola y se olvida de su propia creación. Dice: «¿Quién dará vida a los huesos, estando podridos?»

[36.79] Di: «Les dará vida Quien los creó una vez primera -Él conoce bien toda creación-,

[36.80] Quien os ha hecho fuego de un árbol verde del que, así, encendéis».

[36.81] ¿Es que Quien ha creado los cielos y la tierra no será capaz de crear semejantes a ellos? ¡Claro que sí! Él es el Creador de todo, el Omnisciente.

[36.82] Su orden, cuando quiere algo, le dice tan sólo: «¡Se!» Y es.

[36.83] ¡Gloria a Quien posee la realeza de todo! Y a Él seréis devueltos.

 

ASH SHAAFFAAT

¡En el nombre de Alá, el Compasivo, el Misericordioso!

[37.1] ¡Por los puestos en fila.

[37.2] que ahuyentan violentamente

[37.3] y recitan una amonestación!

[37.4] En verdad, vuestro Dios es Uno:

[37.5] Señor de los cielos, de la tierra y de lo que entre ellos está, Señor de los Orientes.

[37.6] Hemos engalanado el cielo más bajo con estrellas,

[37.7] como protección contra todo demonio rebelde.

[37.8] Así, los demonios no pueden oír al Consejo Supremo, porque por todas partes se ven hostigados,

[37.9] repelidos. Tendrán un castigo perpetuo.

[37.10] A menos que alguno se entere de algo por casualidad: a ese tal le perseguirá una llama de penetrante luz.

[37.11] Pregúntales si crearlos a ellos ha resultado más difícil para Nosotros que crear a los otros. Los hemos creado de arcilla pegajosa.

[37.12] Pero ¡no! Te asombras y ellos se mofan.

[37.13] Si se les recuerda algo, no se acuerdan.

[37.14] Y, si ven un signo, lo ponen en ridículo,

[37.15] y dicen: «¡Esto no es sino manifiesta magia!

[37.16] Cuando muramos y seamos tierra y huesos, ¿se nos resucitará acaso?

[37.17] ¿Y también a nuestros antepasados?»

[37.18] Di: «¡Sí, y vosotros os humillaréis!»

[37.19] Un solo Grito, nada más, y verán...

[37.20] Dirán: «¡Ay de nosotros! ¡Este es el día del Juicio!»

[37.21] «Este es el día del Fallo, que vosotros desmentíais».

[37.22] «¡Congregad a los impíos, a sus consocios y lo que ellos servían,

[37.23] en lugar de servir a Alá, y conducidles a la vía del fuego de la gehena!

[37.24] ¡Detenedles, que se les va a pedir cuentas!»

[37.25] «¿Por qué no os auxiliáis ahora mutuamente?»

[37.26] Pero ¡no! Ese día querrán hacer acto de sumisión.

[37.27] Y se volverán unos a otros para preguntarse.

[37.28] Dirán: «Venías a nosotros por la derecha».

[37.29] Dirán: «¡No, no erais creyentes!

[37.30] Y no teníamos ningún poder sobre vosotros. ¡No! Erais un pueblo rebelde.

[37.31] La sentencia de nuestro Señor se ha cumplido contra nosotros. Vamos, sí, a gustar...

[37.32] Os descarriamos. ¡Nosotros mismos estábamos descarriados!»

[37.33] Ese día compartirán el castigo.

[37.34] Así haremos con los pecadores.

[37.35] Cuando se les decía: «¡No hay más dios que Alá!» se mostraban altivos,

[37.36] y decían: «¿Vamos a dejar a nuestros dioses por un poeta poseso?»

[37.37] Pero ¡no! Él ha traído la Verdad y ha confirmado a los enviados.

[37.38] ¡Vais, sí, a gustar el castigo doloroso!

[37.39] No se os retribuirá, empero, sino por las obras que hicisteis.

[37.40] En cambio, los siervos escogidos de Alá

[37.41] tendrán un sustento conocido:

[37.42] fruta. Y serán honrados

[37.43] en los Jardines de la Delicia,

[37.44] en lechos, unos enfrente de otros,

[37.45] haciéndose circular entre ellos una copa de agua viva,

[37.46] clara, delicia de los bebedores,

[37.47] que no aturdirá ni se agotará.

[37.48] Tendrán a las de recatado mirar, de grandes ojos,

[37.49] como huevos bien guardados.

[37.50] Y se volverán unos a otros para preguntarse.

[37.51] Uno de ellos dirá: «Yo tenía un compañero

[37.52] que decía: '¿Acaso eres de los que confirman?

[37.53] Cuando muramos y seamos tierra y huesos, ¿se nos juzgará acaso?'»

[37.54] Dirá: «¿Veis algo desde ahí arriba?»

[37.55] Mirará abajo y le verá en medio del fuego de la gehena.

[37.56] Y dirá: «¡Por Alá, que casi me pierdes!

[37.57] Si no llega a ser por la gracia de mi Señor, habría figurado yo entre los réprobos.

[37.58] Pues ¡que! ¿No hemos muerto

[37.59] sólo una vez primera sin haber sufrido castigo?

[37.60] ¡Sí, éste es el éxito grandioso!»

[37.61] ¡Vale la pena trabajar por conseguir algo semejante!

[37.62] ¿Es esto mejor como alojamiento o el árbol de Zaqqum?

[37.63] Hemos hecho de éste tentación para los impíos.

[37.64] Es un árbol que crece en el fondo del fuego de la gehena,

[37.65] de frutos parecidos a cabezas de demonios.

[37.66] De él comerán y llenarán el vientre.

[37.67] Luego, deberán, además, una mezcla de agua muy caliente

[37.68] y volverán, luego, al fuego de la gehena.

[37.69] Encontraron a sus padres extraviados

[37.70] y corrieron tras sus huellas.

[37.71] Ya se extraviaron la mayoría de los antiguos,

[37.72] aunque les habíamos enviado quienes advirtieran.

[37.73] ¡Y mira cómo terminaron aquéllos que habían sido advertidos!

[37.74] No, en cambio, los siervos escogidos de Alá.

[37.75] Noé Nos había invocado. ¡Qué buenos fuimos escuchándole!

[37.76] Les salvamos, a él y a su familia, del grave apuro.

[37.77] Hicimos que sus descendientes sobrevivieran

[37.78] y perpetuamos su recuerdo en la posteridad.

[37.79] ¡Paz sobre Noé, entre todas las criaturas!

[37.80] Así retribuimos a quienes hacen el bien.

[37.81] Es uno de Nuestros siervos creyentes.

[37.82] Luego, anegamos a los otros.

[37.83] Abraham era, sí, de los suyos.

[37.84] Cuando vino a su Señor con corazón sano.

[37.85] Cuando dijo a su padre y a su pueblo: «¿Qué servís?

[37.86] ¿Queréis, mentirosamente, dioses en lugar de a Alá?

[37.87] ¿Qué opináis, pues, del Señor del universo?»

[37.88] Dirigió una mirada a los astros

[37.89] y dijo: «Voy a encontrarme indispuesto».

[37.90] y dieron media vuelta, apartándose de él.

[37.91] Entonces, se volvió hacia sus dioses y dijo: «¿No coméis?

[37.92] ¿Por qué no habláis?»

[37.93] Y se precipitó contra ellos golpeándolos con la diestra.

[37.94] Corrieron hacia él.

[37.95] Dijo: «¿Servís lo que vosotros mismos habéis esculpido,

[37.96] mientras que Alá os ha creado, a vosotros y lo que hacéis?»

[37.97] Dijeron: «¡Hacedle un horno y arrojadle al fuego llameante!»

[37.98] Quisieron emplear mañas contra él, pero hicimos que fueran ellos los humillados.

[37.99] Dijo: «¡Voy a mi Señor! ¡Él me dirigirá!

[37.100] ¡Señor! ¡Regálame un hijo justo!»

[37.101] Entonces, le dimos la buena nueva de un muchacho benigno.

[37.102] Y, cuando tuvo bastante edad como para ir con su padre, dijo: «¡Hijito! He soñado que te inmolaba. ¡Mira, pues, qué te parece!» Dijo: «¡Padre! ¡Haz lo que se te ordena! Encontrarás, si Alá quiere, que soy de los pacientes».

[37.103] Cuando ya se habían sometido los dos y le había puesto contra el suelo...

[37.104] Y le llamamos: «¡Abraham!

[37.105] Has realizado el sueño. Así retribuimos a quienes hacen el bien».

[37.106] Si, ésta era la prueba manifiesta.

[37.107] Le rescatamos mediante un espléndido sacrificio

[37.108] y perpetuamos su recuerdo en la posteridad.

[37.109] ¡Paz sobre Abraham!

[37.110] Así retribuimos a quienes hacen el bien.

[37.111] Es uno de Nuestros siervos creyentes.

[37.112] Y le anunciamos el nacimiento de Isaac, profeta, de los justos.

[37.113] Les bendijimos, a él y a Isaac. Y entre sus descendientes unos hicieron el bien, pero otros fueron claramente injustos consigo mismos.

[37.114] Ya agraciamos a Moisés y a Aarón.

[37.115] Les salvamos, a ellos y a su pueblo, de un grave apuro.

[37.116] Les auxiliamos y fueron ellos los que ganaron.

[37.117] Les dimos la Escritura clara.

[37.118] Les dirigimos por la vía recta

[37.119] y perpetuamos su recuerdo en la posteridad.

[37.120] ¡Paz sobre Moisés y Aarón!

[37.121] Así retribuimos a quienes hacen el bien.

[37.122] Fueron dos de Nuestros siervos creyentes.

[37.123] Elías fue, ciertamente, uno de los enviados.

[37.124] Cuando dijo a su pueblo: «¿Es que no vais a temer a Alá?

[37.125] ¿Vais a invocar a Baal, dejando al Mejor de los creadores:

[37.126] a Alá, Señor vuestro y Señor de vuestros antepasados?»

[37.127] Le desmintieron y se les hará, ciertamente, comparecer;

[37.128] no, en cambio, a los siervos escogidos de Alá.

[37.129] Y perpetuamos su recuerdo en la posteridad.

[37.130] ¡Paz sobre Elías!

[37.131] Así retribuimos a quienes hacen el bien.

[37.132] Fue uno de Nuestros siervos creyentes.

[37.133] Lot fue, ciertamente, uno de los enviados.

[37.134] Cuando les salvamos, a él y a su familia, a todos,

[37.135] salvo a una vieja entre los que se rezagaron.

[37.136] Luego, aniquilamos a los demás.

[37.137] Pasáis, sí, sobre ellos, mañana

[37.138] y tarde. ¿Es que no comprendéis?

[37.139] Jonás fue, ciertamente, uno de los enviados.

[37.140] Cuando se escapó a la nave abarrotada.

[37.141] Echó suertes y perdió.

[37.142] El pez se lo tragó, había incurrido en censura.

[37.143] Si no hubiera sido de los que glorifican,

[37.144] habría permanecido en su vientre hasta el día de la Resurrección.

[37.145] Le arrojamos, indispuesto, a una costa desnuda

[37.146] e hicimos crecer sobre él una calabacera.

[37.147] Y le enviamos a cien mil o más.

[37.148] Creyeron y les permitimos gozar por algún tiempo.

[37.149] ¡Pregúntales, pues, si tu Señor tiene hijas como ellos tienen hijos,

[37.150] si hemos creado a los ángeles de sexo femenino en su presencia!

[37.151] Mienten tanto que llegan a decir:

[37.152] «Alá ha engendrado». ¡Mienten, ciertamente!

[37.153] ¿Iba Él a preferir tener hijas a tener hijos?

[37.154] ¿Qué os pasa? ¿Qué manera de juzgar es ésa?

[37.155] ¿Es que no os dejaréis amonestar?

[37.156] O ¿es que tenéis una autoridad clara?

[37.157] ¡Traed, pues, vuestra Escritura, si es verdad lo que decís!

[37.158] Han establecido un parentesco entre Él y los genios. Pero saben los genios que se les hará comparecer

[37.159] -¡gloria a Alá, que está por encima de lo que Le atribuyen!-;

[37.160] no, en cambio, a los siervos escogidos de Alá.

[37.161] Vosotros y lo que servís,

[37.162] no podréis seducir contra Él

[37.163] sino a quien vaya a arder en el fuego de la gehena.

[37.164] «No hay nadie entre nosotros que no tenga un lugar señalado.

[37.165] Sí, somos nosotros los que están formados.

[37.166] Sí, somos nosotros los que glorifican».

[37.167] Sí, solían decir:

[37.168] «Si tuviéramos una amonestación que viniera de los antiguos,

[37.169] seríamos siervos escogidos de Alá».

[37.170] Pero no creen en ella. ¡Van a ver...!

[37.171] Ha precedido ya Nuestra palabra a Nuestros siervos, los enviados:

[37.172] son ellos los que serán, ciertamente, auxiliados,

[37.173] y es Nuestro ejército el que, ciertamente, vencerá.

[37.174] ¡Apártate, pues, de ellos, por algún tiempo,

[37.175] y obsérvales! ¡Van a ver...!

[37.176] ¿Quieren, entonces, adelantar Nuestro castigo?

[37.177] Cuando descargue sobre ellos, mal despertar tendrán los que ya habían sido advertidos.

[37.178] ¡Apártate, pues, de ellos, por algún tiempo,

[37.179] y observa! ¡Van a ver...!

[37.180] ¡Gloria a tu Señor, Señor del Poder, que está por encima de lo que Le atribuyen!

[37.181] Y ¡paz sobre los enviados!

[37.182] Y ¡alabado sea Alá, Señor del universo!

 

SHAAD

¡En el nombre de Alá, el Compasivo, el Misericordioso!

[38.1] s. ¡Por el Corán, que contiene la Amonestación...!

[38.2] Por los infieles están llenos de orgullo y en oposición.

[38.3] ¡A cuántas generaciones, antes de ellos, hemos hecho perecer! Invocaron cuando ya no había tiempo para salvarse.

[38.4] Se asombran de que uno salido de ellos haya venido a advertirles. Y dicen los infieles: «¡Éste es un mago mentiroso!

[38.5] ¡Quiere reducir los dioses a un Dios Uno? ¡Es algo, ciertamente, asombroso!»

[38.6] Sus dignatarios se fueron: «¡Id y manteneos fieles a vuestros dioses! ¡Esto es algo deseable!

[38.7] No oímos que ocurriera tal cosa en la última religión. Esto no es más que una superchería.

[38.8] ¿Se le ha revelado la Amonestación a él, de entre nosotros?» ¡Sí! ¡Dudan de Mi Amonestación! ¡No, aún no han gustado Mi castigo!

[38.9] ¿O tienen los tesoros de misericordia de tu Señor, el Poderoso, el Munífico?

[38.10] ¿O poseen el dominio de los cielos; de la tierra y de lo que entre ellos hay? Pues que suban por las cuerdas.

[38.11] Todo un ejército de coalicionistas será aquí mismo derrotado.

[38.12] Antes de ellos, otros desmintieron: el pueblo de Noé, los aditas y Faraón, el de las estacas,

[38.13] los tamudeos, el pueblo de Lot, los habitantes de la Espesura. Ésos eran los coalicionistas.

[38.14] No hicieron todos sino desmentir a los enviados y se cumplió Mi castigo.

[38.15] No esperarán éstos más que un solo Grito, que no se repetirá.

[38.16] Dicen: «¡Señor! ¡Anticípanos nuestra parte antes del día de la Cuenta!»

[38.17] Ten paciencia con lo que dicen y recuerda a Nuestro siervo David, el fuerte. Su arrepentimiento era sincero.

[38.18] Sujetamos, junto con él, las montañas para que glorificaran por la tarde y por la mañana.

[38.19] Y los pájaros, en bandadas. Todo vuelve a Él.

[38.20] Consolidamos su dominio y le dimos la sabiduría y la facultad de arbitrar.

[38.21] ¿Te has enterado de la historia de los litigantes? Cuando subieron a palacio.

[38.22] Cuando entraron adonde estaba David y éste se asustó al verles. Dijeron: «¡No tengas miedo! Somos dos partes litigantes, una de las cuales ha ofendido a la otra. Decide, pues, entre nosostros según justicia, imparcialmente, y dirígenos a la vía recta.

[38.23] éste es mi hermano. Tiene noventa y nueve ovejas y yo una oveja. Dijo: '¡Confíamela!' Y me gana a discutir».

[38.24] Dijo: «Sí, ha sido injusto contigo pidiéndote que agregaras tu oveja a las suyas». En verdad, muchos consocios se causan daño unos a otros; no los que creen y obran bien, pero ¡que pocos son éstos! David comprendió que sólo habíamos querido probarle y pidió perdón a su Señor. Cayó de rodillas y se arrepintió.

[38.25] Se lo perdonamos y tiene un sitio junto a Nosotros y un bello lugar de retorno.

[38.26] ¡David! Te hemos hecho sucesor en la tierra. ¡Decide, pues, entre los hombres según justicia! ¡No sigas la pasión! Si no, te extraviará del camino de Alá. Quienes se extravíen del camino de Alá tendrán un severo castigo. Por haber olvidado el día de la Cuenta.

[38.27] No hemos creado en vano el cielo, la tierra y lo que entre ellos está. Así piensan los infieles. Y ¡ay de los infieles, por el Fuego...!

[38.28] ¿Trataremos a quienes creen y obran bien igual que a quienes corrompen en la tierra, a los temerosos de Alá igual que a los pecadores?

[38.29] Una Escritura que te hemos revelado, bendita, para que mediten en sus aleyas y para que los dotados de intelecto se dejen amonestar.

[38.30] A David le regalamos Salomón. ¡Qué siervo tan agradable! Su arrepentimiento era sincero.

[38.31] Cuando un anochecer le presentaron unos corceles de raza.

[38.32] Y dijo: «Por amor a los bienes he descuidado el recuerdo de mi Señor hasta que se ha escondido tras el velo.

[38.33] ¡Traédmelos!» Y se puso a desjarretarlos y degollarlos.

[38.34] Aún probamos a Salomón cuando asentamos en su trono a su sosia. Luego, se arrepintió.

[38.35] «¡Señor!» dijo. «¡Perdóname y regálame un dominio tal que a nadie después de mí le esté bien. Tú eres el Munífico».

[38.36] Sujetamos a su servicio el viento, que soplaba suavemente allí donde él quería, a una orden suya.

[38.37] Y los demonios, constructores y buzos de toda clase,

[38.38] y otros, encadenados juntos.

[38.39] «¡Esto es don Nuestro! ¡Agracia, pues, o retén, sin limitación!»

[38.40] Tiene un sitio junto a Nosotros y un bello lugar de retorno.

[38.41] ¡Y recuerda a nuestro siervo Job! Cuando invocó a su Señor. «El Demonio me ha infligido una pena y un castigo».

[38.42] «¡Golpea con el pie! Ahí tienes agua fresca para lavarte y para beber».

[38.43] Le regalamos su familia y otro tanto, como misericordia venida de Nosotros y como amonestación para los dotados de intelecto.

[38.44] Y: «¡Toma en tu mano un puñado de hierba, golpea con él y no cometas perjurio!» Le encontramos paciente. ¡Qué siervo tan agradable! Su arrepentimiento era sincero.

[38.45] Y recuerda a Nuestros siervos Abraham, Isaac y Jacob, fuertes y clarividentes.

[38.46] Les hicimos objeto de distinción al recordarles la Morada.

[38.47] Están junto a Nosotros, de los elegidos mejores.

[38.48] Y recuerda a Ismael, Eliseo y Dulkifl, todos ellos de los mejores.

[38.49] Esto es una amonestación. Los que teman a Alá tendrán, ciertamente, un bello lugar de retorno:

[38.50] los jardines del edén, cuyas puertas estarán abiertas para ellos,

[38.51] y en los que, reclinados, pedirán fruta abundante y bebida.

[38.52] Junto a ellos estarán las de recatado mirar, de una misma edad.

[38.53] Esto es lo que se os promete para el día de la Cuenta.

[38.54] En verdad, éste será Nuestro sustento, sin fin.

[38.55] Así será. Los rebeldes, en cambio, tendrán un mal lugar de retorno:

[38.56] la gehena, en la que arderán. ¡Qué mal lecho...!

[38.57] Esto ¡que lo gusten!: agua muy caliente, hediondo líquido

[38.58] y otras muchas cosas por el estilo.

[38.59] «He ahí a otra muchedumbre que se precipita con vosotros. No hay bienvenida para ellos. Arderán en el Fuego».

[38.60] Dirán: «¡No! ¡No hay bienvenida para vosotros! ¡Sois vosotros los que nos habéis preparado esto! ¡Qué mala morada...

[38.61] «¡Señor!» dirán, «a los que nos han preparado esto ¡dóblales el castigo en el Fuego!»

[38.62] Dirán: «¿Cómo es que no vemos aquí a hombres que teníamos por malvados,

[38.63] de los que nos burlábamos? ¿O es que se desvían de ellos las miradas?»

[38.64] Sí, esto es verdad: la discusión entre los moradores del Fuego.

[38.65] Di: «Yo no soy más que uno que advierte. No hay ningún otro dios que Alá, el Uno, el Invicto,

[38.66] el Señor de los cielos, de la tierra y de lo que entre ellos está, el Poderoso, el Indulgente».

[38.67] Di: «es una noticia enorme,

[38.68] de la cual os apartáis.

[38.69] Yo no tenía conocimiento del Consejo Supremo, cuando discutían unos con otros.

[38.70] Lo único que se me ha revelado es que soy un monitor que habla claro».

[38.71] Cuando tu Señor dijo a los ángeles: «Voy a crear a un mortal de arcilla

[38.72] y, cuando lo haya formado armoniosamente e infundido en él de Mi Espíritu, ¡caed prosternados ante él!»

[38.73] Los ángeles se prosternaron, todos juntos,

[38.74] salvo Iblis, que se mostró altivo y fue de los infieles.

[38.75] Dijo: «¡Iblis! ¿Qué es lo que te ha impedido prosternarte ante lo que con Mis manos he creado? ¿Ha sido la altivez, la arrogancia?»

[38.76] Dijo: «Yo soy mejor que él. A mí me creaste de fuego, mientras que a él le creaste de arcilla».

[38.77] Dijo: «¡Sal de aquí! ¡Eres un maldito!

[38.78] ¡Mi maldición te perseguirá hasta el día del Juicio!»

[38.79] Dijo: «¡Señor, déjame esperar hasta el día de la Resurrección!»

[38.80] Dijo: «Entonces, serás de aquéllos a quienes se ha concedido una prórroga

[38.81] hasta el día del tiempo señalado».

[38.82] Dijo: «¡Por Tu poder, que he de descarriarles a todos,

[38.83] salvo a aquéllos que sean siervos Tuyos escogidos!»

[38.84] Dijo: «La verdad es -y digo verdad-

[38.85] que he de llenar la gehena contigo y con todos aquéllos que te hayan seguido».

[38.86] Di: «Yo no os pido, a cambio, ningún salario ni me arrogo nada.

[38.87] Ello no es más que una amonestación dirigida a todo el mundo.

[38.88] Y os enteraréis, ciertamente, de lo que anuncia dentro de algún tiempo».

 

AZ ZUMAR

¡En el nombre de Alá, el Compasivo, el Misericordioso!

[39.1] La revelación de la Escritura procede de Alá, el Poderoso, el Sabio.

[39.2] Te hemos revelado la Escritura con la verdad. ¡Sirve, pues, a Alá, rindiéndole culto sincero!

[39.3] El culto puro ¿no se debe a Alá? Los que han tomado amigos en lugar de tomarle a Él -«Sólo les servimos para que nos acerquen bien a Alá»-... Alá decidirá entre ellos sobre aquello en que discrepaban. Alá no guía al que miente, al infiel pertinaz.

[39.4] Si Alá hubiera deseado adoptar un hijo, habría elegido entre lo que ha creado lo que hubiera querido. ¡Gloria a Él! Es Alá, el Uno, el Invicto.

[39.5] Ha creado con un fin los cielos y la tierra. Hace que la noche suceda al día y el día a la noche. Ha sujetado el sol y la luna, prosiguiendo cada uno su curso hacia un término fijo. ¿No es Él el Poderoso, el Indulgente?

[39.6] Os ha creado de una sola persona, de la que ha sacado a su cónyuge. Os ha dado, de los rebaños, cuatro parejas. Os ha creado en el seno de vuestras madres, creación tras creación, en triple oscuridad. Tal es Alá, vuestro Señor. Suyo es el domino. No hay más dios que Él. ¡Cómo, podéis pues, ser tan desviados!

[39.7] Si sois ingratos,... Alá puede prescindir de vosotros. No acepta la ingratitud de Sus siervos. En cambio, si sois agradecidos, os lo aceptará complacido. Nadie cargará con la carga ajena. Al final, volveréis a vuestro Señor y ya os informará Él de lo que hacíais. Él sabe bien lo que los pechos encierran.

[39.8] Cuando sufre el hombre una desgracia, invoca a su Señor, volviéndose a Él arrepentido. Luego, cuando Él le ha dispensado una gracia Suya, se olvida del objeto de su invocación anterior y atribuye iguales a Alá para extraviar a otros de Su camino. Di: «¡Goza un poco de tu incredulidad! Serás de los moradores del Fuego».

[39.9] ¿Es el devoto, que vela por la noche, postrado o de pie, que teme la otra vida y espera en la misericordia de su Señor...? Di: «¿Son iguales los que saben y los que no saben?» Sólo se dejan amonestar los dotados de intelecto.

[39.10] Di: «¡Siervos Míos que creéis! ¡Temed a vuestro Señor! Quienes obren bien tendrán en la vida de acá una bella recompensa. La tierra de Alá es vasta. Los pacientes recibierán una recompensa ilimitada».

[39.11] Di: «He recibido la orden de servir a Alá, rindiéndole culto sincero.

[39.12] He recibido la orden de ser el primero en someterse a Él».

[39.13] Di: «Temo, si desobedezco a mi Señor, el castigo de un día terrible».

[39.14] Di: «A Alá sirvo, rindiéndole culto sincero.

[39.15] ¡Servid, pues, en lugar de servirle a Él, lo que queráis!» Di: «Perderán quienes se pierdan a sí mismos y pierdan a sus familias el día de la Resurrección. ¿No es ésa una pérdida manifiesta?»

[39.16] Por encima y por debajo, tendrán pabellones de fuego. Así atemoriza Alá Sus siervos. «¡Temedme, pues, siervos!»

[39.17] ¡Buena nueva para quienes hayan evitado a los taguts, rehusando sevirles, y se hayan vuelto arrepentidos a Alá! ¡Y anuncia la buena nueva a Mis siervos,

[39.18] que escuchan la Palabra y siguen lo mejor de ella! ¡ésos son los que Alá ha dirigido! ¡ésos son los dotados de intelecto!

[39.19] Aquél contra quien se cumpla la sentencia del castigo... ¿Podrás salvar tú a quien está en el Fuego?

[39.20] Pero los que temieron a su Señor estarán en cámaras altas sobre las que hay construidas otras cámaras altas, a cuyos pies fluyen arroyos. ¡Promesa de Alá! Alá no falta a Su promesa.

[39.21] ¿No ves cómo hace Alá bajar agua del cielo y Él la conduce a manantiales en la tierra? Mediante ella saca cereales de clases diversas, que, más tarde, se marchitan y ves que amarillean. Luego, hace de ellos paja seca. Hay en ello, sí, una amonestación para los dotados de intelecto.

[39.22] ¿Es que aquél cuyo pecho Alá ha abierto al islam y camina así a la luz de su Señor...? ¡Ay de los que tienen un corazón insensible a la amonestación de Alá! Están evidentemente extraviados.

[39.23] Alá ha revelado el más bello relato, una Escritura cuyas aleyas armonizan y se reiteran. Al oírla, se estremecen quienes tienen miedo de su Señor; luego, se calman en cuerpo y en espíritu al recuerdo de Alá. Ésa es la dirección de Alá, por la que dirige a quien Él quiere. En cambio, aquél a quien Alá extravía no podrá encontrar quien le dirija.

[39.24] ¿Es que quien trata de protegerse con su propia persona contra el mal castigo del día de la Resurrección...? Se dirá a los impíos: «¡Gustad lo que habéis merecido!»

[39.25] Sus predecesores desmintieron y el castigo les vino de donde no lo presentían.

[39.26] Alá les hizo gustar la ignominia en la vida de acá, pero, ciertamente, el castigo de la otra vida es mayor. Si supieran...

[39.27] En este Corán hemos dado a los hombres toda clase de ejemplos. Quizás, así, se dejen amonestar.

[39.28] Es un Corán árabe, exento de recovecos. Quizás, así, teman a Alá.

[39.29] Alá propone el símil de un hombre que pertenece a socios que no están de acuerdo y el hombre que pertenece exclusivamente a uno. ¿Son ambos similares? ¡Alabado sea Alá! Pero la mayoría no saben.

[39.30] Tú tienes que morir y ellos tienen que morir.

[39.31] Luego, el día de la Resurrección, disputaréis junto a vuestro Señor.